La Mente Humana


No depositéis vuestra fe en tradiciones, aunque hayan sido aceptadas por muchas generaciones en muchos países. No creáis en algo porque muchos lo repitan. No aceptéis nada basado en la autoridad de éste o aquel otro sabio de la antigüedad, ni tampoco por afirmaciones de los libros. Nunca creáis algo porque parezca probable. Tampoco creáis en lo que vosotros mismos imagináis creyendo que un Dios os lo ha inspirado. No creáis en nada únicamente basado en la autoridad de maestros y sacerdotes. Examinadlo todo y creed únicamente en aquello que, tras haberlo comprobado por vosotros mismos, lo encontréis razonable y esté de acuerdo con vosotros mismos y vuestro bienestar y el de los demás. Del BUDHA: Sutra Kalama

Mente e Inteligencia

La inteligencia es el principio rector del Universo. Y la mente es el órgano que tenemos para descifrar el funcionamiento del Universo.

La Mente es un órgano sutil, sin forma física, que está activado por una forma de energía sutil que denominamos Luz (Chit). Una de las tres manifestaciones de la energía básica del Universo (Sat-Chit-Ananda/Fuerza-Luz-Amor).

La ciencia no nos proporciona una descripción clara y concisa sobre este órgano invisible. Como mucho tenemos algunas características que están ampliamente aceptadas pero lejos de una definición completa como las que tenemos de otras partes del ser humano: el corazón, el hígado o los pulmones.

Presento a continuación unas reflexiones sobre características de la Mente, que me parecen importantes, basadas en mi propia observación e investigación en psicología, psicoanálisis, Ciencia Cognitiva, antropología y disciplinas espirituales como la meditación, el Budismo y el Hinduismo.

Mente y Conciencia

La Mente humana nace, crece, se desarrolla y desaparece en la Consciencia. Todo es Consciencia.

La Consciencia es aquello que existe antes de cada pensamiento, está presente durante el pensamiento y continúa presente cuando el pensamiento desaparece.

Consciencia, Sujeto, the Witness, Brahman, Tao, Atman, el SER, the Self, son distintas formas de denominar la realidad última que todos somos. Cada uno puede utilizar el término que más le guste y resuene. Personalmente, en castellano, me gusta utilizar la palabra Sujeto.

Nuestra Mente no está entrenada a percibir al Sujeto. Este paso supone la realización última del ser humano y el alcance del máximo nivel posible de auto-conciencia.

La Mente y el Lenguaje.

El lenguaje es la capacidad humana que nos hace auto-conscientes. (El Pecado Original)

Los seres humanos vivimos la realidad de forma directa, igual que el resto de seres sensibles (sentient beings) que cohabitan el planeta con nosotros.

Y podemos vivir la realidad de forma verbal, cualidad exclusivamente humana.

El lenguaje nos permite narrar la experiencia y convertir esta narración en objeto de la Consciencia.

El lenguaje incrementa exponencialmente las capacidades de la Mente.

Lenguaje y Mente trabajan de forma íntima y conjunta. Cuando hablo de Mente hablo de la combinación mente/lenguaje. Son inseparables.

El lenguaje, sin embargo, tiene un efecto secundario no deseado. La aparición del personaje (Descubriendo el personaje)

Las Funciones de la Mente

Podemos distinguir tres modos de operar en la mente humana. El modo Luz, el modo Operativo y el personaje.

La mente, energizada por la Luz, nos permite ver la realidad tal cual es. Recoge los inputs del entorno, los interpreta correctamente y responde de forma acertada.

Nos hace altamente eficaces interactuando con el entorno. A esta función de la mente la denominamos Mente/Luz.

La Mente/Luz trabaja y opera de forma autónoma. No hay que hacer nada, del mismo modo que el corazón late o los pulmones respiran. Hace su trabajo sin intervención de nada ni nadie.

El Sujeto se limita a observar el trabajo de la Mente/Luz, al igual que observa la respiración o los latidos del corazón.

La Mente/Luz tiene un socio imprescindible, la Mente/Operativa, que nos permite actuar sobre el entorno. La Mente/Operativa es la responsable de curar enfermedades, construir edificios, tocar el piano, cocinar una paella y de cualquier actividad que ejecutemos.

La Mente/Luz y la Mente/operativa trabajan juntas en perfecta armonía. Son inseparables.

La Mente/Luz, cuando se enfoca hacia fuera, es el fundamento de la Ciencia y de todo conocimiento.

La Mente/Luz, cuando se enfoca hacia adentro, descubre el conocimiento último y la verdad del SER.

La Mente no podrá nunca conocer la verdad última del SER de forma directa, ya que el SER es el Sujeto y es irreconocible como objeto. 

Sin embargo, actuando como un espejo, la Mente/Luz reconocerá la presencia del SER. Yo soy eso (I am that).

El lenguaje está pensado para definir objetos y no puede definir al Sujeto.

El Sujeto mira y ve la Mente/Luz. El mirar es limpio y directo. Sin interferencias, ve la realidad tal y como es. La visión heliocéntrica de Copérnico, La Teoría de la Evolución de Darwin y la Teoría de La Relatividad de Einstein son ejemplos de este mirar limpio a la realidad.


La Mente y el Personaje

El personaje es una estructura que se crea alrededor de los 3-5 años de edad, y que toma el control de nuestros comportamientos. Es un error del sistema. (Descubriendo el personaje; Nuestro Niño interior)

El personaje trata de controlar a la Mente y lo que consigue es enredar y crear confusión.

El personaje filtra los estímulos que recibimos y las respuestas que damos, de modo que nos hace altamente ineficaces e ineficientes al interactuar con el medio.

Sólo cuando está libre del personaje la Mente actúa de forma eficaz y eficiente.

El personaje piensa, rumia. El pensar es circular, trabado, confuso y ve la realidad distorsionada y adaptada a la dinámica particular del personaje.

Llamamos pensar a la voz interior que ocupa constantemente nuestra Consciencia y nos impide mirar y ver la realidad tal y como es.

Tanto la mente como el personaje se expresan a través del lenguaje. El personaje compite con la mente por el espacio y el tiempo de la Consciencia. La mayor parte del tiempo nuestra consciencia está ocupada por la Vocecita del personaje y queda poco espacio para la mente. 

El Sujeto es capaz de discernir entre uno y otro. Entre Luz y personaje. Entre la verdad y el error.

Consciente e inconsciente

La Mente tiene una parte consciente.

La Mente/Luz es la parte consciente y se rige por dos principios: realidad y presente (presencia).

Freud tenía razón y existe un principio de realidad, pero no es el EGO. Es la parte consciente, limpia de personaje, de la Mente/Luz. Interactúa con el medio, recibe los estímulos, interpreta la realidad de forma correcta, ejecuta los procesos cognitivos necesarios y responde de forma eficiente, ajustada a la realidad.

La Mente/Luz es efectiva, eficiente y justa. Se ajusta a la realidad y responde de forma correcta.

La justicia no es un principio moral si no un principio de eficiencia operativa, de respuesta justa, respuesta correcta.

Por el contrario, el personaje, vive en la fantasía, distorsiona la realidad y responde de forma desajustada, injusta, equivocada y nos complica la vida.

La Mente/Luz vive en el presente. No añora el pasado ni se proyecta hacia el futuro. Vive el presente intensamente, como la única realidad existente.

La Mente/Luz ES Consciencia Plena (Mindfullness)

El personaje se proyecta constantemente hacia el futuro, con deseos y fantasías, y añora el pasado. Es incapaz de vivir en presente. No vive la realidad.

El personaje nos roba la Consciencia plena.

Freud también nos descubrió que existe otra parte inconsciente.

La parte inconsciente es aquella que queda excluida de la Consciencia. Tiene una amplia gama de estados que van desde el pre-consciente al inconsciente profundo.

El pre-consciente está formado por aquellos contenidos de la memoria que no son necesarios en la situación presente, pero que son fácilmente accesibles cuando se necesitan. Por ejemplo, los nombres de las calles de mi ciudad.

El personaje actúa como un filtro y aquellos contenidos (experiencias) que le causan un sufrimiento elevado, los reprime, los envía al cuarto oscuro del inconsciente y los mantiene encerrados.

Estos contenidos inconscientes son energía psíquica bloqueada que busca liberarse.

Para mantener esta energía encerrada en el inconsciente, el personaje consume una cantidad de energía psíquica proporcional a la energía reprimida. Mantener la parte inconsciente de la mente es altamente costoso.

El paso de contenidos del inconsciente al consciente es liberador, sanador y positivo para el individuo.

La mente/luz es la herramienta que tenemos para descubrir la parte inconsciente.

Dejar que la Luz entre en la oscuridad del inconsciente es un camino de liberación.

La Mente y la Memoria

La memoria se nutre de situaciones ya vividas. Estas situaciones se dividen en dos grupos: experiencias y asuntos inacabados.  

La Mente/Luz/operativa almacena experiencias en la memoria. Situaciones vividas que nos suponen un aprendizaje y que son reutilizables en el futuro. 

Ejemplo: cuando hacemos nuestro primer programa de ordenador, esta experiencia queda registrada en la memoria y la reutilizamos y mejoramos cada vez que repetimos la acción.

A la acumulación de experiencia reutilizables en la memoria lo llamamos aprendizaje.

La memoria es la sede del Yo Experiencia. 

El Yo experiencia se compone de todas las energías, físicas, emocionales y cognitivas, que hemos movilizado, actualizado y desarrollado. 

El yo experiencia es la medida de nuestro progreso y madurez en el mundo manifestado.

El Yo Narrativo es aquella capacidad que tenemos de hilvanar un discurso sobre nosotros mismos (sin identificarnos con ello). Es otra forma de ver al yo experiencia. El yo narrativo existe gracias al lenguaje y la memoria.

El personaje se nutre de las energías del Yo experiencia y se apropia de ellas (así como del discurso del yo narrativo) y se identifica con la historia y los logros. Se cree que es el autor de todo.

El personaje almacena asuntos inacabados en la memoria.  

  • Situaciones que nos han gustado mucho y que queremos revivir constantemente. 
  • Situaciones que nos han causado una pérdida importante que no sabemos olvidar. 
  • Situaciones que nos han causado un gran sufrimiento y hemos reprimido y relegado al inconsciente.

Los asuntos inacabados permanecen activos hasta que se terminan y cierran. Gran parte del diálogo interior se compone de estos asuntos buscando la forma de seguir vivos, captar nuestra atención y ser definitivamente resueltos.

Los asuntos inacabados relegados al inconsciente profundo también siguen vivos y se expresan de forma inconsciente causando mal estar, estrés, angustia, ansiedad y daños físicos y enfermedades psicosomáticas. Causando un sufrimiento profundo.

Todo lo que está escrito en este artículo no tiene ningún valor. Es el dedo que señala la luna. Cualquier persona interesada en descubrir la verdad sobre este tema no tendrá más remedio que observar su propia experiencia y llegar a sus propias conclusiones. Recordad las palabras del Budha en el Sutra Kalama

Siguiente capítulo: La Condición Humana

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